1975? El autobus nos deja al lado de un lago glaciar. Esta lloviendo, hace frío y viento. Es verano, pero estamos a latitud N61,5º, al norte muy al norte, en Noruega. Vamos a subir al Pico Fannaraki, aunque hace malo en la cumbre hay un refugio, por tanto solo hay que subir y llegar al refugio. Anoraks, chubasqueros mochilas canadienses, experiencia en alta montaña poca. Juventud mucha.
El Fannaraki es una montaña facil de 2061 metros en el macizo de Jotunheimen, por tanto no nos preocupamos por las condiciones. Tiramos para arriba buscando la arista que nos tiene que llevar a la cumbre .
La lluvia da paso a la nieve y a la ventisca, conforme subimos la cosa se pone peor. Estamos calados y cada vez mas helados, en la arista la ventisca que sopla del norte nos cubre la mitad del cuerpo de una gruesa capa blanca, caminamos inclinados para mantener el equilibrio. Los colores han desaparecido, todo es blanco y gris, sobretodo blanco. El grueso de nieve hace cada vez mas penoso avanzar.
Uno de los compañeros se empieza a retrasar, «vamos Rafa, tira», «no puedo», nervios, gritos, hay que seguir, en medio de la ventisca decidimos que dos seguiran hacia la cumbre a pedir ayuda, yo me quedo con el para ir subiendo poco a poco. Tiene que estar cerca el refugio, esta en la cumbre, solo hay que subir subir subir… Y si no hay refugio?y si esta cerrado?
Miro para atras y veo a mi compañero boca abajo con la cara dentro de la nieve, le quito la mochila, la dejamos abandonada y seguimos hacia arriba tambaleandonos.
De repente de medio de la tempestad aparecen 3 gigantes noruegos, dos cogen a Rafa y lo levantan por el aire y el tercero baja para recuperar la mochila. «Are you ok?» me pregunta uno de ellos, despues de 20 minutos entrabamos en el refugio en medio de fabuloso olor a sopa.
Abajo fotos de «instamatic» de aquel dia, la última de Fannaraki hoy en dia.