

Ayer estuvimos con mi hijo Gerard en el Bike Park VallNord de la Massana en Andorra.
Para el que no lo conozca, básicamente de lo que se trata es de continuar la explotación de la montaña del invierno, con las pistas de ski, con las bicis, y para ello han trazado una serie de rutas de bajada por las mismas pistas y los bosques de la estación de diversas dificultades, desde iniciación hasta dificultad extrema.
La misma infraestructura del ski se utiliza, ahora en verano, para subir en los remontes con las bicis hasta la parte alta (Pic del Cubil 2.358m), pudiendo enlazar varios y bajar por multitud de pistas excelentemente acondicionadas, a cambio del pago de un forfait, 33 €.
Si bien he decir que el «destrozo» que significan las pistas de ski en la montaña y la privatización de espacios que deberían ser libres para todos no me hacen ninguna gracia, he de decir que cuando una instalación de este tipo esta bien realizada , es digno reconocerlo como es el caso.

Hacía años que no tocaba la bici para nada que no fuera recorrer caminos llanos, y evidentemente, las primeras bajadas, aun pertrechado con todas las protecciones posibles, ya que el riesgo «gran ostión» esta siempre presente, me impresionaron un poco.
Después te vas acostumbrando, y, si has andado un poco en bici en tu vida vas asimilando la técnica para las bajadas y empiezas a disfrutar mas de la sensaciónes que enseguida se experimentan: equilibrio, velocidad. inercia, frenadas, derrapes…

Eso si, cogido como una lapa al manillar y el dedo siempre en el freno de atrás porque si no…
Circulando por las pistas de nivel mas asequible, igual que en el ski: las pistas verdes y azules, seguro que desde fuera se me veía un “absoluto beginner” o neófito total.
Pero yo estaba en mi mundo, disfrutando de la montaña , las rampas, los peraltes, tratando de leer siempre el variado terreno que venía por delante para intentar pasar lo mejor posible siguiendo las indicaciones que me iba “cantando” Gerard.

A medida que pasaron las horas el esfuerzo por mantenerse en la bici sin visitar el suelo fue pasando factura, no solo el tronco superior se castiga mucho, antebrazos y muñecas, sino también las piernas, pues has de ir cambiando la posición continuamente y en algunos enlaces hay que pedalear un poco.
Aunque el calor apretó, no fue excesivo debido a la altura, pero como supo la cervecita en la terraza de las pistas!!

Montaña , sol, ejercicio a tope en un entorno muy guapo, otro magnífico día al aire libre, esta vez «todo sobre ruedas», una experiencia estupenda!
saludos and keep climbing,
Micky