La previsión era buena pero no excelente, daban algunas nubes para el sábado por la tarde, pero con el domingo estable. Ya llevaba dandole vueltas un tiempo, un vivac en cumbre es una cosa que siempre me había atraído, «cimaquear», es dormir en un auténtico hotel de mil estrellas, como dice Jon Perez Feite en su libro «30 vivacs en cumbres del Pirineo».
Pero es que además de un subtítulo de libro, es verdad!
Saco nuevo y para arriba, confiando en haber sabido leer un montón de previsiones, INM, Meteocat, Mountain Forecast, etc, etc…





Aunque la previsión en altura solo marcaba -2º, si daba sensación térmica de -6º, así que me metí con todo en el saco por si acaso. La niebla sigue ahí fuera y tengo la funda vivac empapada. Me despierto sobre la 2:00, hay estrellas! 1.000 estrellas, pero lo que me ha despertado es el viento, viento fuerte, muy fuerte. El saco se mueve arriba y abajo con cada ráfaga, y claro la temperatura ha debido de bajar mucho. Y para colmo tengo «ir al lavabo», me aguanto, pero al final tengo que salir. Sobre todo que no se me vuele el saco ni la funda! una piedra plana grande y plana sobre el saco y la esterilla, ahora están seguros. Al ponerme de pie pierdo la protección del muro, el viento es helador. Ya está, operación completada , a dentro de nuevo , rápido…
Estoy un rato mirando el cielo, después cierro todo lo que puedo el saco, y a intentar dormir, duermo poco, a ratos, el viento sigue…








A pesar de no haber dormido mucho, la actividad ha sido fantástica, diferente. La soledad en la cumbre, el tiempo agreste como recordandote que en alta montaña toda precaución y equipo, a casi 3.000 metros puede ser poca, las estrellas , el amanecer, en fin, me quedo con ganas de repetir, habrá que buscar un nuevo objetivo!
saludos&keep climbing
Micky
Un comentario en “Vivac en la cumbre del Puigmal, 2.913 m . 20 de Mayo 2017.”